19 de julio de 2008

Nos decidimos a querer sobrevivir y poco a poco nos autopreparamos para ello. Entonces el mundo cada día es mas mundo, y lo hipócrita se huele en los sentidos. Ingeniosamente guardamos en la sinapsis de nuestra mente recuerdos.
quemados* quemados* quemados *quemados* quemados* quemados* quemados* quemados*
Detesto cuando me engañan, me llevan, me distraen y poco a poco me matan. Siempre son algo distintos, o si los largos paseos por las calles no asfaltadas, los baldes con almejas, shakira, ataque setenta y siete, la historia de los tres chanchitos. Les escupo a todos ellos.
¿Qué son unos pulcros textos válidos?
Un destello efímero de lo bueno. La mordida naranja que no quiere ser. Los impulsos, darse media vuelta y decir "hacé lo que quieras" para pensar "hacé lo que yo quiera". Un no cruce de miradas. Lo inentendible. Las fotos. Querer expresarse por computadora para quedar con un boletín de 5 y 5. Cuando la pera te tiembla vanamente para que rompas con un llanto agudo y sobrio. El frío de la noche, el sol de la tarde, el calor de la evining, lo mojado. Tirarse al piso y cruzar las manos y pedirle a los autos que me pisen. Tambalearse física y mentalmente. Ver una película de tiros y que el protagonista es zordo.

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Mis carnavales... (son canívales y amantes)