1 de agosto de 2008

Entre sábanas y algo más nos desencontrábamos para darnos cuenta de que era imposible nuestro punto igual. Yo caminaba por las calles toscas de la Av. Rivadavia, había frío y mis ojos grandes estaban lo suficientemente chiquitos. Y sin embargo, nadie le hizo caso a nada y la casualidad dio lugar al causalidad. Al fin nos vimos, aunque dijiste que querías buscarme lo más seguido y yo, sin darme cuenta, nunca dejaba encontrarme lléndome de aquí para alla. Nuevamente después del primer encuentro o ca sio n al nos volveríamos verp ero esta vez ,por mito nuestro. Entonces vos te ibas y yo me quedaba y nunca podíamos recrear el momento querido.

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Mis carnavales... (son canívales y amantes)