Sobretodas las cosas disfruto mentirme. Me digo palabras inexistentes, pensamientos irreales, absurdos. Con placer me engaño, me pongo patas para arriba y ya soy quien quiera ser y cómo quiera ser. Tengo una cabeza tan colmada de ideas reales que me gusta escaparme con frecuencia, tirarme en el pasto, total una cabecita es un espacio dó por dó que no cabe idea, no cabe idea, que me entre con lucides. Seguramente termine haciéndome mal, cuando me tacho la verdad, siempre pasa, siempre igual. Por eso mismo me sigo mintiendo y no pretendo dejar de hacerlo. Cada vida se consume a cada minuto, y yo soy feliz. Tengo un circunflex, una vaquita de milka, un mondo di cromo y soy feliz. Mi gran pez y yo. Demaciados hectopascales arruinan la verocidad de las cosas, pero en un mundo donde no para de girar ¿a quién le importa?
No dejaré el abismo, lucharé y dejaré, pero a pesar del peso, lograré un pequeño, grado, saber que es el ache dos o es de iluso, saber como el agua te golpea la cara,-

realidad, sos carne del ayer