2 de abril de 2008

Su boca no se paraba de mover soltando conjunto de letras continuamente, conjuntos de ideas, de razonamientos, de pasiones en común, simplemente de ella. Se disputaban qué era la libertad, se enojaban sentían cada sílaba que pronunciaban. No dejaban que nada ni nadie se interponiese en sus ideales. En vez de tomar helado con chocolate criticaban a la sociedad y adoraban a la cultura. Y yo oía, me impactaba. Retumbaba en mi cabeza la confusión, la lógica, mi, esas mentes revolucionadas por la pasión de la discusión.

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Mis carnavales... (son canívales y amantes)