28 de septiembre de 2008

Era de esas vetanas sin mucho sentido, mucha grela y poca vista y ensima la humedad que la empañaba dejándome ciega más que de costumbre, o más lúcida que nunca. Lo malo es ese mareito que te queda despues de dosce horas de viaje, pero aquien le importa si las palabras son cerradas

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Mis carnavales... (son canívales y amantes)