2 de octubre de 2008

Un "don't let me down", y mi oído siempre dispuesto a escuchar a todos. Al ladrón, al policía y hasta el asfalto que fue sospechoso y testigio. Un veredicto: siempre darle al razón al que cuenta la historia. Y no por conveniencia, no por miedo, no por razón, simplemente por estupidez. Estupidez, dicho sea de paso que siempre me juega en contra y que por supuesto hago un uso y desuso contante poniendo las palabras de otro en mi mente y pensando asi y en vez de pensar con aires de p e n s a r, pensar escuchando al otro, no pensando con la cabeza.

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Mis carnavales... (son canívales y amantes)