6 de noviembre de 2008

Érase una vez y ese discursito que vos y yo conocemos. Nuestras mentes, ojalá chiquita, te entendieras a vos misma. Y sin embargo otra vez andás con ese problema: el de ser tan intuitiva como ninguna, el de saber los finales de las películas y de tu vida misma, de seguir mirando haciéndote la "je ne le connais pas", entonces, con todo ese "yo no sé", te das cuenta de que sí y otra vez sos la diéresis en pleno transformismo a no serlo para terminar, como ya suponías, en la misma. Entonces te dotaron mal de razón y relación hecho-consecuencia...

amiquemeimporta!

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Mis carnavales... (son canívales y amantes)